viernes, 25 de febrero de 2011

MATERIALES EDUCATIVOS EN LA ENSEÑANZA APRENDIZAJE BILINGÜE CON NIÑOS INDÍGENAS



Precisiones previas indispensables:

Antes de hablar de educación, siempre conviene ubicar con claridad desde dónde se habla: lo digo claramente a partir de una perspectiva conceptual que se asume desde el constructivismo, esto es que se entiende que en sentidos estricto estoy lejos de creer que hay un alumno que aprende y hay un maestro que enseña; me parece que son los dos sujetos quienes acuden a un hecho de formación mutua, en donde los dos construyen comprensiones significativas, útiles para explicar, enfrentar y resolver asuntos que tienen que ver con la vida cotidiana y en momentos con la vida escolar.

Conviene  precisar de igual manera, bajo una perspectiva curricular que se aclara plenamente lo que se quiere formar y en función de ella, la producción de los materiales que el profesor use o deje de usar en el aula siempre serán eso, apoyo, medio de, para… ; jamás sustituirán a la función clave del maestro, por supuesto hablo del maestro que de verdad está interesado en que los alumnos sepan, porque a un “mal” maestro, que no quiere y respete su profesión y use toda la tecnología que hoy los espacios educativos han llegado a la escuela, así sea la robótica, los genomas, las inteligencias artificiales y todo lo que la tercera generación de materiales que en algunos lugares se venden como la salvación y producción “mágica” para que se den aprendizajes, con todos ellos: un mal maestro con y sin materiales le serán perfectamente inútiles.

Continuando con las precisiones, conviene responderse puntualmente

¿Qué y cómo aprende un niño?

·         Tiene qué ver desde luego, la historia genética de sus padres.
·         Esta presente, sin lugar a dudas, el tiempo, el momento histórico, el medio que le rodea, lo que siente, lo que mira, lo que escucha, lo que huele, lo que prueba, de las ideas que él se hace de todo ello, de cómo se representa en sus explicaciones del mundo, y él lo significa y resignifica cuando se comunica a través de cualquier medio de expresión

Para el propósito de estas reflexiones conviene también tener la respuesta a la siguiente pregunta:

¿Qué y cómo aprende un niño indígena?
·         El niño indígena no es “un marciano”
·         Es un niño y además es indígena

Entonces, los materiales con los que se trabaje con todos los niños requerirán propiciar los aprendizajes para ofrecerle visiones e interpretaciones del mundo que él puede asumir sólo si le son significativas, si le son indispensables, si lo interpelan en sus necesidades en sus intereses.

Hoy en día, los aprendizajes de los niños indígenas en los materiales impresos, pareciera que no se dan trabajando en la riquísima tradición oral que las comunidades indígenas experimentan, pareciera ser que sólo el asunto en los salones escolares indígenas remiten al niño a sólo leer y escribir -desde luego la letra impresa también juega un papel importante en el acceso a las fuentes de información-, pero en las circunstancias actuales, los aprendizajes conducidos por gente que sabe de lo educativo se dan también en los medios, en su uso formativo.

La función del maestro como propiciador de aprendizajes se ha transformado, ya no es útil su función si sólo su saber descansa en la oralidad, mucho menos en la educación básica, ahora los aprendizajes son mucho más interdisciplinarios, más rápidos, más efímeros, construyen para más cosas y entonces el papel del maestro plantea un reto múltiple ya no es sólo la figura que representa y es el depositario del saber –pese a que lo sigue representando por encima de otros factores, sobre todo en el medio indígena, a pesar de su gran desgaste de credibilidad- ya otros elementos le disputan fuertemente esa certeza: los niños también se nutren en sus saberes de los amigos, la iglesia, la familia, los medios.

Entonces los sujetos convocados al hecho educativo son:

El niño: con sus necesidades, sus intereses, sus capacidades

El Maestro: con sus fortalezas, sus debilidades, sus contextos

Los materiales impresos y audiovisuales, pensados y expresados para los niños indígenas.

El asunto entonces es ¿cómo hacerlos interactuar, desde dónde y porqué entre los niños indígenas? Eso tiene que ver con esencialmente con una postura teórica curricular en donde los materiales son una expresión de ella y eso hay que tenerlo siempre presente

LOS MATERIALES

Para el caso de los materiales impresos con los que trabajan los alumnos indígenas vale  la pena hacer la precisión, están en el idioma Español (más del 50% de los niños indígenas su lengua materna es una lengua indígena)

Las lenguas indígenas explican otra forma de ver e interpretar al mundo:

 A mach temochan ompa Ximoayan
A ilhucatl itec in zan nican
Ye Ximoayan in tlaltpipac.
Cen tiyahui cen tiyahui
Ayac teca in tlaltipac

Acaso es la casa de todos allá
Dónde están los que ya lo que no tienen cuerpo
En el interior del cielo
O acaso aquí en la Tierra es el sitio
¡Dónde están los que ya no tienen cuerpo!
Totalmente nos vamos, totalmente nos vamos,
¡Nadie perdura en la tierra!

La cultura, la religión, el pensamiento mágico está presente en los parámetros de explicación acerca de la vida y la muerte en el niño indígena.

Entonces las dificultades que se enfrentan la elaboración de los materiales para los niños indígenas sigue siendo un desafío que no siempre se puede y quiere asumir.

EL MAESTRO

Hay ya una creciente preparación académica de los maestros, más del 50% por ciento de profesores ya tienen una licenciatura y eso se tendrá que reflejar en sus prácticas docentes, en la versatilidad de su práctica.

Sin embargo, un número mayoritario de ellos no leen ni escriben en su lengua indígena, hay que recordar que nadie enseña lo que no sabe, nadie da lo que no tiene; entonces alfabetizar en una lengua que no conocen es una tarea educativa mucho más compleja que para los docentes no indígenas

La comunicación de la inmensa mayoría de los docentes con los niños, se da en el idioma Español y eso tiene repercusiones, y eso tiene consecuencias en la forma de interpretar al mundo, de explicar y fundamentar lo que se ve.

Es insuficiente el tiempo destinado a clase, porque está pendiente construir una identidad laboral permanente ya que la movilidad de los maestros indígenas es cerca en algunos estados al 30% y ahora se presenta un número importante –por derechos sindicales-, de “heredar” las plazas a los hijos, les interese o no la educación, hablen o no la lengua indígena a la que están adscritos.

Porcentajes importantes de Padres de familia exigen a los maestros que les enseñen a sus niños en el idioma Español.

La Dirección, la Supervisión, las jefaturas de zona, las mesas técnicas, los ATP “verifican” –cuando lo hacen-, exclusivamente el hacer del maestro en términos administrativos, escasas veces son un elemento de apoyo, orientación y fortalecimiento de los aprendizajes que se aspira a construir en el aula


LOS NIÑOS Y LAS NIÑAS INDÍGENAS EN SITUACIÓN DE APRENDIZAJE

La educación básica precisa abordar las necesidades mínimas de aprendizaje, concebidas éstas como los conocimientos, habilidades, hábitos, destrezas, valores y actitudes básicas que las personas y las sociedades requieren para su desarrollo; es importante tener presente que estas necesidades se derivan de cada cultura y momento histórico específico que vive, y que también se refieren a la potenciación de las capacidades y competencias de aprendizaje y búsqueda sistemática de conocimientos a las que desde luego, la escuela está comprometida a cumplir

Es decir, que las necesidades básicas de aprendizaje están vinculadas tanto a una visión práctica inmediata, como a una visión de futuro, tanto a nivel individual como colectivo.

En México, histórica, cultural, jurídica y lingüísticamente normadas y definidas, las necesidades básicas de aprendizaje son aquellas que individual y colectivamente, se han establecido de esa manera, para todo tipo de sociedad y se establecen como producto de consenso en un esfuerzo plural y a partir del reconocimiento a la diversidad y heterogeneidad cultural y lingüística.

A partir de caracterizar a las líneas de formación para todo niño mexicano, como la expresión genérica de los propósitos y contenidos escolares de la educación inicial y básica, conviene ahora destacar en qué se singulariza la educación básica para niñas y niños indígenas, para ello, es pertinente expresar también lo que se concibe como contenido escolar:

Se entiende en este espacio, un contenido escolar, como la porción de cultura que se selecciona para ser estimulada y transmitida intencionalmente por medio de la experiencia educativa. El contenido escolar constituye, entonces, un aspecto sustancial del proceso de enseñanza–aprendizaje. Así considerado, es un eje de la relación entre maestro y alumno y se refiere tanto a conocimientos, habilidades, hábitos y destrezas, como actitudes y valores.

Existe la necesidad de que los contenidos escolares que se seleccionen para el modelo de educación inicial y básica para niñas y niños indígenas consideren tanto los acordados para la educación básica nacional, como los que emerjan de la cultura comunitaria indígena.

Avanzar hacia el desarrollo de procesos educativos que satisfagan las necesidades educativas de la población indígena, implica desarrollar aquellos que consideren la selección cultural que las comunidades reconocen como legítima y valiosa para que, organizada a partir de criterios pedagógicos, se constituya en un proyecto de creación-recreación cultural y de socialización de las niñas y niños indígenas.

Así, los propósitos de la educación inicial y básica para niñas y niños indígenas, a la hora de pensar la elaboración de sus materiales, que los apoyen en sus aprendizajes, sean estos impresos, en audio, en video, serían aquellos en la vida cotidiana efectivamente:

·         Partan de los intereses y necesidades de los niños, esto es que ubiquen la edad, procesos de maduración, plantearse como reto ineludible el que sean divertidos, con estrecha relación a los contenidos y desde luego que involucren a los ámbitos psicomotrices, propios de los procesos de aprendizajes de los niños y niñas indígenas.

·         Fortalezcan la identidad étnica y nacional de las alumnas y alumnos y el desarrollo de competencias que les posibiliten su participación constructiva en los ámbitos en donde se desempeñen tanto en sus comunidades como en cualquier otro espacio.

·         Propicien la equidad en el acceso a procesos educativos, a partir de considerar las características culturales y lingüísticas e individuales de los alumnos.

·         Promuevan y garanticen la congruencia entre los servicios educativos y la cultura comunitaria, conservando la atención a las competencias básicas valoradas nacionalmente y articulando saberes, valores y comportamientos propios de cada pueblo indígena.

·         Contribuyan al desarrollo de competencias comunicativas en lengua indígena y español, mediante la expresión oral y escrita, a partir de las características, necesidades y consideraciones que se presenten en cada una de las comunidades indígenas.

Hasta fechas muy recientes, únicamente algunos de los materiales con los que se trabaja en el aula, suelen estar “atractivos” e interesantes pero sólo para los adultos, pero allí no siempre se miraran las cosas que hacen, divierten y posibilitan que aprendan los niños, para que ellos lo sientan propios. Para que los asuman como parte de su aprendizaje.

Si los materiales cualesquiera que estos sean, no se plantean estas dimensiones, de necesidades e intereses de los niños, seguro estarán -con mucha suerte-, en el aula, pero no se mirarán en la cotidianidad laboral útil del maestro y desde luego, el niño o niña indígenas, los cargarán, todos los días, pero no formarán parte de su capital académico con el que se sientan que están creciendo, con respeto a su lengua y a su cultura.




 David Beciez

Octubre de 2007

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